¿De qué trata la ley de espacios y edificios cardioprotegidos?


Ley de espacios y edificios cardioprotegidos

De acuerdo con cifras del INEGI, entre enero y agosto del 2020 las enfermedades cardíacas ocuparon el primer lugar de mortalidad en México. Y según la Secretaría de Salud, uno de cada dos pacientes que sufre un infarto agudo del miocardio no recibe ningún tipo de terapia de reperfusión, y uno de cada cuatro fallece.

Hace casi nueve años, en 2012 (23 de noviembre), se emitió un acuerdo del Consejo de Salubridad General en el cual se incitaba a los propietarios y responsables de espacios y establecimientos con gran afluencia y concentración de personas a contar con desfibriladores externos automáticos, ambulancias y unidades de emergencia móvil en sus instalaciones. El objetivo era preservar la integridad de los transeúntes e individuos en todo el país actuando con rapidez ante una emergencia para aumentar en un 50% las probabilidades de éxito de sobrevivir en caso de sufrir un infarto.

Este acuerdo no consideró que solo algunos establecimientos cumplirían con la sugerencia mencionada. Es por esto que a raíz del impetuoso incremento en las muertes por infarto al miocardio en los últimos años, y que en la actualidad México tiene como primera causa de muerte los accidentes cardiovasculares/ infartos, el acuerdo se retomó y la Senadora Lucía Virginia Meza Guzmán, Integrante del Grupo Parlamentario de un partido político, lo presentó como iniciativa.

La Senadora Lucía Meza, en su Iniciativa en materia preventiva de muerte súbita cardiovascular y de espacios cardioprotegidos, hace referencia al índice de mortalidad en nuestro país por emergencias cardíacas y asegura que es imperativo tomar medidas para actuar ante un paro cardíaco, muerte súbita cardíaca, etcétera. Asimismo, hace especial hincapié en que existe un incremento del 50 % de supervivencia si existe una desfibrilación temprana con un DEA (Desfibrilador Externo Automático), además de practicarle inmediatamente al paciente maniobras básicas y avanzadas de reanimación.

La senadora Meza también mencionó que en México existen factores de riesgo que propician las enfermedades cardiovasculares que aquejan a su población, tales como:

  • El 17% de la población es fumadora activa.
  • En México, el promedio de alcohol consumido por persona es de 7.2 litros.
  • 22.8% de la población sufre de hipertensión (lo que aumenta significativamente el riesgo de insuficiencia cardíaca).
  • De cada 3 adultos, 1 padece obesidad.

En vista de esta alarmante situación se propuso la creación de espacios cardioprotegidos.

Es decir que los sitios en donde la concentración y flujo de personas y/o visitantes sea superior a 300 personas, tenga la capacidad de atender a individuos con afecciones cardíacas, propensos a ellas o en riesgo se sufrirlas. Entre los lugares que entran en esta clasificación podemos mencionar, por ejemplo:

  • Instituciones educativas del sector público y privado, desde nivel básico hasta superior
  • Colegios
  • Institutos
  • Centros comerciales
  • Parques
  • Centros de recreación (Antros, bares, cines, teatros, museos, entre otros).
  • Parques de diversiones
  • Empresas medianas y grandes
  • Deportivos y gimnasios
  • Espacios y edificios de uso público
  • Instituciones públicas y privadas
  • Servicios de transporte público (STC Metro, autobuses, etcétera)
  • Transportes de asistencia públicos y privados (Terrestre, aéreos, fluviales, marítimos)
  • Sitios turísticos
  • Asilos y residencias para adultos mayores
  • Centros de salud

Los establecimientos deberán asegurarse de que al menos el 30% de sus empleados cuenten con la capacitación pertinente para atender y maniobrar el DEA, mismo que deberán colocar en sus instalaciones.

Cabe resaltar que actuar de manera rápida y precisa puede significar la diferencia entre la vida y la muerte del afectado. La causa de la mayoría de los casos de muerte súbita es una arritmia cardíaca (generalmente, una fibrilación ventricular); si se da la atención adecuada en un lapso menor a 5 minutos, es posible salvar a la persona.

Por eso es tan importante que cualquier sitio en donde se concentren al menos 300 personas cuente con desfibriladores y personas entrenadas para brindar maniobras de resucitación.